Como por casualidad, en estos días que se ha vuelto a editar Robny el vagabundo, esa obra maestra del amigo Joan Boix, han aparecido en nuestras playas varios pecios de un Joan jovencísimo, que con apenas 17 años comenzó a trabajar en la editorial Toray, al lado de Boixcar, Longarón, Darnís y otros grandes de la historieta, a los que muy pronto se habría de sumar en calidad y reconocimiento.
Los sabores de estos primeros retos no hacen sino mostrar el excelente camino de un dibujante concienzudo y habilidoso que llegará al culmen en los años setenta y ochenta del siglo pasado, con obras de altísimo nivel gráfico.
Los sabores de estos primeros retos no hacen sino mostrar el excelente camino de un dibujante concienzudo y habilidoso que llegará al culmen en los años setenta y ochenta del siglo pasado, con obras de altísimo nivel gráfico.
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Con esta entrada brindamos humildemente un homenaje a la formidable trayectoria de Joan, que abarca tanto épocas como editoriales y países, desde sus historias bélicas y románticas de los años cincuenta a su actual y ya larga participación en The Phantom, o desde Robny y sus historias de terror y suspense hasta Jonathan Struppy y el Capitán Trueno.